Gimnasia de la Plata venció nuevamente a Boca y lo alejó de los primeros puestos de la Superliga, el xeneize con la cabeza totalmente puesta en la Copa Libertadores.
Luego de unos días maravillosos para el equipo de la Ribera, post victoria 2 a 0 como local en la sefiminal de la Copa Libertadores la alegría fue tanta que en segundo plano paso el encuentro ante Gimnasia de la Plata.
Aunque esto mismo fue lo que su rival no perdonó, al igual que en la Copa Argentina se hizo fuerte defensivamente y supo cuando lastimar al xeneize jugándose todo nuevamente ante un equipo alternativo planteado por los mellizos. El equipo tripero lastimó ante de los 15 minutos con un gol de Falavelli que llegó atropellando definiendo abajo del arco. Luego fue un partido donde el equipo de Pedro Troglio lo quizo plantear cediendo la iniciativa, jugando al contragolpe y peleando todas. El primer tiempo se perdía con un juego apagado hasta que una pelota llovida al área de gimnasia lo encontró decidido a Cristián Espinoza para que marcara nada mas ni nada menos su debut en las redes con el club xeneize estampando el empate en 1.
El resurgir del partido se dio con los pocos minutos del inicio del segundo tiempo cuando nuevamente el equipo de la Ribera sufrió en una pelota área sobre Buffarini para que el jugador platense peine y deje de cara al gol al jugador del partido, Comba, éste no perdonó y clavó su remate bien abajo para decretar el 2 a 1 que sería el resultado final del encuentro ya que luego el partido cobró de matizes oscuros por la falta de juego y las faltas repetidas.
Fue una nueva victoria para Gimnasia sobre Boca en este 2018 que lo afianza para el torneo local y lo motiva para su objetivo del año que será llegar a la final de la Copa Argentina cuando le toque enfrentar por semifinales a River Plate, éste último equipo al igual que Boca posaran su cabeza pura y específicamente por ese torneo tan glorioso a nivel internacional, con la diferencia que el xeneize aún en la derrota del día de hoy llega alegre a su cruce de vuelta, conociendo casi de memoria su equipo titular,(*a estar atentos en la semana con Agustín Rossi quién terminó el encuentro bastante molesto en su rodilla) y rodeándose por la magia de su gente, que no parará de pensar un segundo en su obsesión sin olvidar que nada está dicho y queda una guerra más para llegar al último paso. La derrota de hoy seguramente será anécdotica dentro de la semana que le espera a Boca aunque tendrá que últimar algunos errores defensivos para no llevarse sorpresas en Brasil.
Aunque también es difícil dejar de soñar con alguna otra emoción del Pipa Benedetto, con actuaciones heroicas como las de «Wilmar o Nahitan» y con el recuerdo, tal vez, de las pisadas de un tal Juan Roman Riquelme por aquellas épocas de gloria, en una ocasión muy similar ante este mismo rival. Se viene lo grande.
22 años, periodista, un trapo que tenga estos colores.