Boca perdió el segundo partido de la serie de cuartos de final por 94 – 67 contra San Lorenzo, el tricampeón de la Liga Nacional, y quedó al borde de la eliminación.
 

El conjunto Xeneize arrancó el partido como termino el anterior: muy flojo defensivamente y sin eficacia en el aro. No pudo aprovechar las dudas del comienzo del conjunto azulgrana. Recién en el segundo cuarto pudo emparejar el encuentro, con un Jasiel Rivero determinante, logró irse al descanso con un parcial de 41-42. Hasta acá un fiel reflejo de lo que fue el primer partido: un juego con muchos roces y nerviosismo de ambos lados que hicieron que ambos equipos no pudieran mostrar sus mayores virtudes para hacer un juego vistoso.

 
Sin embargo, tal como pasó en el match anterior, otra vez fue determinante el tercer cuarto. Una sacudida de cabeza en el entretiempo por parte de Gonzalo García, el técnico del local, le permitió al “Ciclón” dominar de punta a punta el período. Apareció la calidad y jerarquía del campeón que no se apiado de un Boca desconcertado. Nicolás Aguirre, el base del local, tuvo una actuación sobresaliente y fue quien marcó la diferencia con 26 puntos y 6 asistencias.

 
De esta manera, el próximo domingo en La Bombonerita, los dirigidos por Guillermo Narvarte intentaran descontar un punto y tratar de alargar la definición para poder meterse entre los 4 mejores del certamen. No hay margen de error, pero Boca conoce de hazañas.