San Agustín II

En el Estadio Único de La Plata, Boca y River se vieron las caras en los octavos de final de Copa Argentina. El encuentro fue ordinario y con poco buen fútbol, y tras finalizar 0-0, el Xeneize se impuso en los penales 4-1 y sacó boletos a la próxima ronda.

En la previa, el planteo de Miguel Ángel Russo era una incognita. Los malos rendimientos colectivos recientes provocaban un halo de incertidumbre respecto a la formula que iba a utilizar ante el Millonario, que si bien venía de empatar con Huracán, había tenido grandes performances ante Argentinos y Lanus, desplegando un juego nítido por bajo, generando en cantidades industriales oportunidades de gol y siendo contundente en la definición.

La línea de 5 fue nuevamente la decisión del DT del club de La Ribera: Rossi; Advíncula (debut), Zambrano, Izquierdoz, Rojo, Sández; González, Rolón, Ramírez; Briasco y Pavón.

Las preguntas fueron todas respondidas en los 20´ iniciales. Boca salió decidido a presionar alto y no dejar jugar a River, lo llevó a un terreno incomodo al elenco de Gallardo. Los 3 centrales le permitían tener respaldo para que uno de ellos salga a anticipar. El Xeneize fastidió al Millonario, no lo dejaba pensar, lo encarcelaba cada vez que un mediocampista recepcionaba la pelota. La neutralización era el núcleo de la intención del entrenador, y fue lograda con creces dentro del terreno de juego.

De todos modos, cuando los de azul y oro poseían la tenencia del balón, volvían a desnudar los problemas de generación y gestación de jugadas de peligro, expuestos en los últimos encuentros. Los envíos largos y la disputa de la segunda pelota era el arma tomada para lastimar, pero no funcionó.

El primer tiempo fue ordinario, disputado, trabado y luchado en todos los sectores. River estuvo inconexo, largo e impreciso, en gran parte debido a la labor de su rival. Ninguno de los dos prevalecía en el desarrollo. La única chance de gol la tuvieron los de la banda roja, Julián Álvarez se escapó, enganchó desparramando a Carlos Izquierdoz, remató cruzado y Agustín Rossi la rozó apenas con la punta de los dedos, dicho desvió provocó que Braian Romero en vez de empujarla con el arco vacío, la rechace con el taco de su pie de apoyo. Increíble yerro del ex Defensa y Justicia.

En este contexto, Juan Ramírez tuvo una gran actuación. Sus gambetas hacia adelante y sus transiciones a pura velocidad perforaban la defensa riverplatense. El ex San Lorenzo logró recibir en más de una ocasión de Enzo Pérez. Tal fue la vertiginosidad del número 20, que provocó 5 de las 6 amonestaciones que vieron sus contrarios. Esto se debía a que el elenco de Núñez tras perdida quedaba en inferioridad numérica en defensa, por lo que debía cortar con falta.

Los primeros 10´ del complemento fueron los mejores para los dirigidos por el Muñeco Gallardo, fue allí donde logró que uno de los delanteros logré recibir y poder asociarse con los apoyos de los volantes que llegaban de siempre. Bruno Zuculini rematando, tras un rebote en Cali Izquierdoz, a las manos de Agustín Rossi, y José Paradela disparando cruzado y cerca del palo derecho, fueron las 2 aproximaciones que tuvo River en ese lapso donde pudo desplegar su juego de forma nítida y precisa.

Boca volvió a ajustar en la presión y en los anticipos tanto a los delanteros como a la línea media, el partido volvió a tomar la denominación popular de bodrio. Agustín Rossi y Franco Armani eran espectadores de lujo. Braian Romero con un disparo de afuera del área parecido al que clavó en el ángulo ante Argentinos por Libertadores, pero esta vez se fue por encima del horizontal.

Los penales llegaron de forma inexorable. Franco Armani ganó el sorteo y decidió arrancar atajando, muchos se sorprendieron. ¿Influyó? invito a responder hacia sus adentros al lector. Rojo, Ramírez, Pavón, e Izquierdoz, todos adentro. Juli Álvarez ejecutó el primero de la banda, atajó Rossi. Braian Romero tenía la responsabilidad de patear el segundo y descontar, su disparo cruzado se fue muy desviado. Martínez convirtió pero no alcanzó. «Cali» mandó a guardar el definitorio. 4-1.

Un nuevo triunfo ante el elenco de Marcelo Gallardo. Boca realizó una gran labor de neutralización y redujo a su rival a su mínima expresión. La materia ofensiva sigue siendo la cuenta pendiente. Empate justo que la vía de los penales (4-1) inclinó a favor de los de Russo, quienes ejecutaron de gran manera y sacaron la estampita de San Agustín.

Boca sacó pasajes a cuartos de final donde enfrentará a Patronato de Paraná. Por el torneo doméstico, recibirá a Argentinos Juniors el próxima domingo 18hs.