Ca7é colombiano

Tras la ajustada victoria ante Claypole por Copa Argentina, Boca pisó el Amalfitani con más dudas que certezas, a enfrentar al puntero del campeonato, a sabiendas que la imagen tenía que cambiar.

No solo mejoró, sino que se dio el gusto hasta de florearse. Entendió por donde estaba el punto débil del Fortín desde el primer momento, y vaya si lo explotó, al partido le sobraron 30´. Boca le propició a Vélez un 7-1 histórico.

Los primeros 20´, de todos modos, le fueron incómodos a los dirigidos por Miguel Ángel Russo, ya que el local hacia ancho el terreno de juego, era criterioso a la hora de distribuir la pelota y encontraba el desnivel por las bandas. Luca Orellano tuvo el primero rematando cruzado pero se topó con una gran respuesta de Esteban Andrada.

A los 21´llamativamente quedó mal parado Vélez, Edwin Cardona trasladó a campo abierto, y fue fauleado llegando al área. Dicho tiro libre fue ejecutado por el 8, que frotó la lámpara, disparo por debajo de la barrera (que no puso un hombre acostado) y dejó sin respuesta al arquero Hoyos. 1-0.

Cardona go 17 abril, 2024

Boca abría el marcador, una vez más, a través del guante derecho del colombiano. Aunque poco le duró la alegría, ya que 5´más tarde, Juan Martín Lucero estampó la paridad empujando sobre la línea un cabezazo de Emiliano Amor, el delantero ex Defensa y Justicia le ganó la posición a Carlos Zambrano, quien quedó enganchado habilitando a todos.

Si bien la apertura del marcador le había durado lo mismo que un hielo en el desierto, el Xeneize comenzó a notar que al recuperar la posesión, su rival quedaba desguarnecido exageradamente atrás, dejando demasiados espacios. A los 31´Jorman Campuzano cedió para Edwin, quien giró y rápidamente asistió exquisitamente en diagonal a Sebastián Villa, el 22 eludió al guardameta y definió a arco vacío para poner el 2-1.

Boca tenía gran movilidad en el frente de ataque, Carlos Tévez (retornó a la titularidad) hacía un trabajo inteligente y vital para desarmar la defensa contraria, salía del área, jugaba de primera en situaciones complejas y utilizaba de gran manera a los extremos y volantes que llegaban. Además de desocupar espacios para que sean explotados por los que se soltaban.

En los primeros 15´del ST se terminó el partido. Un aluvión azul y amarillo noqueó en un solo round a Vélez, que sorprendido por la cantidad de piñas, se desvaneció. Primero, Seba Villa a los 8´, recibió por izquierda tras asistencia de Cardona, recortó hacia el centro y sacó un feroz bombazo que ingresó pegado al palo izquierdo del arquero Hoyos.

El 22 estaba desatado, 2´después de haber ampliado el marcador, volvió a encender el cañón, eludió en la puerta del área y probó, la pelota se estreyó en el palo y el rebote le quedó servido a Gonzalo Maroni que solo tuvo que empujarla para poner el 1-4.

La ráfaga seguía, se volvieron a conectar los colombianos y Boca volvió a inflar la red, Villa esperó que le pase Frank Fabra, quien tras recibir la pinchó al segundo palo para que Carlitos Tévez defina de primera. 1-5 en 17´. Partido liquidado.

Los minutos seguían corriendo, el dueño de casa trataba de ir aunque desanimado y también con la preocupación de que la derrota no sea mayor. Pudo haber descontado, pero el «Flaco» Andrada se lo negó más de una vez.

A los 29´llegó el gol más lindo de todos, más de 20 toques para que reciba el colombiano Fabra, quien rompió líneas, ensayó una pared con Leonardo Jara y cuando quedó mano a mano, cedió para Gonzalo Maroni que nuevamente sin oposición mandó la redonda contra las redes. Media docena, y todavía faltaba más.

La frutilla del postre llegaría cerca de la campana, específicamente a los 43´. Jorman Campuzano salió de su rol y tomó la lanza, avanzó por izquierda mientrás le pasaba Fabra, el 18 le sirvió de engaño perfecto al ex Atlético Nacional, ya que amagó hacía al medio y definió precisamente al palo más alejado. 7-1 histórico. Paliza.

Fue final, un triunfo que sin dudas quedará en la memoria por la contundencia en el mismo.

Una victoria necesitada, un mejoramiento colectivo que se ratifica con una brecha enorme en el marcador. Boca entendió como jugarlo, divisó los puntos débiles y los atacó.

Ahora tendrá que utilizarlo como la base para seguir creciendo en el juego, y el próximo fin de semana tendrá el Superclásico. Un examen de alto nivel para demostrar que lo de hoy no fue solo una noche donde se alinearon los astros.