La Bombonera se viste para una cita de gala en lo que será el partido previo a las elecciones presidenciales, con la presencia de su máximo ídolo en las tribunas y en el medio con el partido más atrapante que presenta esta Superliga hasta el momento para el equipo local. En el choque de punteros absolutos del campeonato, enfrentando al buen conjunto de Argentinos Juniors.

Como un guión de película, los últimos días del mundo Boca estallaron con la revuelta política que se armó tras la decisión de Juan Román Riquelme por volver formar parte de su club, desde aquel 2014, año que se fue de la institución como jugador; y que en la actualidad lo encuentra nuevamente queriéndose involucrar de lleno después de largos años, como lo manifiesta  en sus dichos: “volver a su casa”. Una historia que reúne condimentos muy interesantes por analizar, ya que Román luego de pedir la unidad política casi imposible de realizar, decidió tomar su decisión y jugar su partido fuera de las canchas pero dentro de la institución. Esta misma se dio bajo la fórmula política integrada por el ex-presidente boquense, Jorge Amor Ameal, acompañado en su vicepresidencia por el periodista reconocido e hincha fanático del club, Mario Pergolini. Fórmula que revolucionó cada medio de comunicación y ocupó las principales portadas de cada noticiero.

Los 8 años de la gestión a cargo de Daniel Angelici parecen vivir sus días finales dentro de un club que no pudo lograr el anhelo deportivo que más sueña año tras año, como lo es la Copa Libertadores de América que se vio superado al fenómeno conseguido por la vereda opuesta con un River protagonista en certámenes internaciones, que además se dio el lujo de por primera vez en su historia de someter al Xeneize en dichas competiciones.

En tanto, el club de la ribera expuso sus armas dentro de un mercado económico que logró explotar, entre otras cosas, en la que creció yendo de la mano de un desarrollo tecnológico mucho mayor al de 10 años anteriores, lo hizo a través también de: grandes acuerdos comerciales, de la gran acumulación de socios y de jugadores transferidos en cifras importantes que asimismo dejan un sabor un poco amargo por no haberlos podido disfrutar de un tiempo considerable en primera división. O los miles de jóvenes que no encontraron su lugar en 1ra y que rápidamente fueron dados a préstamo sin obtener rodaje, por urgencias de un equipo que año a año fue necesitando mayormente la obtención de un logro internacional que no pudo llegar.

Una institución que muchas veces sirvió de vidriera para jugadores y no de realidad.

Un proceso que se llevó en el segundo tramo de la estadía y se expuso bajo la imagen de un ídolo más, como lo es Carlos Tévez, en su retorno célebre proveniente de Juventus, hacia el “club de sus amores” y que unos años despues encendió las luces del escándalo por su sorpresiva ida a China, en números millonarios que dejaba a un plantel sin su máximo referente futbolístico. La historia es conocida, El Apache, fnalmente meses después hizo su retorno al equipo aunque ya nada volvió a ser tan brillante como en ese entonces, terminando el actual 2019 con una lesión que lo margina de los próximos partidos.

A su vez, un ciclo político, que no pudo cumplir sus objetivos deportivos y que institucionalmente muchos coinciden en que alejó más al hincha. Un estadio, único en el mundo, que la actual dirigencia pensó en remodelar y también directamentente en cambiarlo, provocando el susto del hincha por su arraigo al barrio y a su “templo” como lo considera.

Aunque habrá que reconocer que estos mismos también forman parte de los otros tantos socios, entre ellos los miles de adherentes, que no pueden ir a la cancha por la capacidad que posee actualmente el Alberto. J. Armando, en una problemática sin duda a resolver en el futuro.

En tanto, una «identidad», que para muchos se encuentra pérdida y que sueñan con volver a recuperar de la mano del “último 10” que es el timón del nuevo barco a cargo de la oposición.

El ex jugador, decidió dejar a un lado su partido despedida y su gloria alcanzada para ponerla en juego y al servicio de su club. Román demostró en sus dichos no haber perdido la memoria de quiénes lo sacaron de su casa en 2014 y no lo dejaron retirarse con la camiseta de su club. De quienes siempre le hicieron las cosas difíciles desde cuando era jugador.

La memoria y el recuerdo ponen escenas de un jugador que siempre mostró su carácter desde el primer día en el que debutó y que lo siguió haciendo año a año, imágenes por ejemplo como lo fue el festejo, post gol a River, patentando el famoso y reconocido mundialmente “topo gigio” frente al palco presidencial de por aquel entonces presidente de Boca, Mauricio Macri. Años después de la gran cantidad de títulos conseguidos, distinta gente pasó por el club. La llegada de Angelici al poder derivó en que el máximo ídolo de la institución se aleje por última vez de Boca, el posterior retiro de Román, los años de descanso y la actual revolución que provocó el año de elecciones en el club hizo pensar y mucho al ídolo. No es sólo un tema personal, reúne atenuantes desde cualquier tipo de discusión. La política pareciera vislumbrar aires de cambio, con intenciones claras de renovar esperanzas en otro tipo de dirigencia tras un largo ciclo bajo el oficialismo, que aún así no pierde su ilusión por seguir bajo el mandato de otro tramo más.

El próximo 8 de diciembre está plagado de interés por ver que sucede en las urnas de las mesas que reciban a los miles de socios, la cual, la mayoría de los participantes se encargó de llamar a votar en las últimas horas.

La Bombonera lucira al tope y pondrá su primer interes en ver la presencia del “Señor Fútbol”, cantar por él y por Boca en la previa. Entusiasmo que sin duda se agigantó inicialmente la semana pasada, tras ver como el máximo rival se arrodillaba a manos del Flamengo, en los minutos cúlmines de la final de Copa cayendo inesperadamente para propios y extraños.

El humor del hincha es así y muchas veces se marca un poco por lo que está haciendo el conjunto de la vereda de enfrente. Este hecho sumado a la aparición de viejas glorias es lo que hace esperanzar aún más al hincha boquense por nuevos aires institucionales y consigo a esto, renovar ilusiones en logros deportivos. Realidad deportiva que marca que el objetivo principal por estos días del equipo es la Superliga que lo ubica en el primer puesto junto a Argentinos Juniors, mismo rival de turno del día de hoy, en un encuentro que tal vez defina un poco el futuro de cada equipo por la aspiración a ser los campeones del campeonato actual.

Un técnico de Boca que posee un futuro incierto dentro del club y que juega sus cartas mostrando un equipo sólido en defensa pero de poca propuesta ofensiva, aunque habra que decir también que cuenta con poco rodaje ya que la llegada de Gustavo Alfaro se dio hace apenas un año atrás y contó con grandes exigencias tras la asunción de mánager deportivo por parte de Nicolás Bursdisso, obteniendo buenos resultados en síntesis general. Un plantel titular donde sus principal noticia es la presencia nuevamente como titular del colombiano, Frank Fabra en el lateral izquierdo, y repitiendo los mismos nombres que triunfaron ante Union por 2 a 0, el fin de semana pasado.

Parecen estar todos los elementos necesarios para que haya una tarde especial, algo romantizada y hecha a lo Boca.