Desahogo

Boca Juniors logró imponerse por 4 a 0 frente a Jorge Wilstermann y se encamina en la Libertadores.

Noche ideal de Copa en la Bombonera bajo una lluvia que le dio un tinte distinto al partido, que ganaba en imprecisiones y velocidad, que hacía valer más el esfuerzo por ir con todo a cada pelota, se obligaba al equipo por su condición de local a salir a buscar los 3 puntos. La derrota última por este certamen complicó las aspiraciones del xeneize por liderar su grupo G ya que cayó goleado en Brasil y no había tiempo de lamentos. Los grupos empiezan a tomar forma y a declinarse por lo que serán sus clasificados, por ello es que Boca de local no podía dejar pasar está chance recibiendo al tal vez peor equipo de su grupo. Aún así el equipo boliviano mostró competitividad en el primer tiempo contando con chances claras incluso de igualar el encuentro cuando tras un tiro libre del ex boca Cristian, Pochi, Chávez ejecutó de manera magistral un tiro libre que exigió a una tapada inolvidable de Esteban Andrada que otra vez dijo presente en el arco boquense, antes de eso el xeneize contó con una chances inigualable ya que la defensa visitante cometía un infantil penal sobre Villa pero que no podía ser aprovechado por su goleador Benedetto quien cruzaba el remate de los 12 pasos para la volada de Giménez quien expectacularmente salvaba el arco de Wilstermann y alargaba la sequía del Pipa que ya iba a tener su revancha en el partido.

Minutos posteriores al penal fue tiempo del quiebre en el partido cuando Buffarini empujó con la garra que caracteriza al jugador de Boca yendo a trabar al piso con alma y vida, teniendo premio de su esfuerzo para ser dueño del balón y para qe luego concrete un gran centro, sin marcas encima, hacia la cabeza de Emanuel «Bebelo» Reynoso que vive su mejor momento con la camiseta azul y oro desde su llegada al club, su renovación de contrato entre semana demuestra lo que es su momento en la institución, que lo hacen partícipe fundamental en este esquema armado por el técnico Gustavo Alfaro. Un equipo que aún cuenta con muchas flaquezas tanto en el armado del juego como a veces en situaciones defensivas pero que ante el dominio claro impuesto en cancha ante Wilstermann pudo hacerlo valer en goles, dichos tantos no demostraron lo que fue su trámite, un enfrentamiento que hasta los 60 minutos no tenía un claro ganador pero que la jerarquía del equipo local fue la clave para terminarlo con goleada.

Primero estuvo en los pies de Darío Benedetto que venía de malograr un penal en el primer tiempo y tenía su revancha tan ansiada acompañado por el aliento ensordecedor de la gente y el de sus compañeros que se acercaban a darle su confianza al 9 antes que estampe el segundo tanto del encuentro, está vez sin dar chance alguna al arquero, rompiéndole el arco clavando el remate fuerte al medio para sacarse la mufa de lo que era su abstinencia con el gol, un «Pipa» que necesita adquirir más confianza en su juego h esto sin duda lo logrará a base de goles.

La entrada de Pavón y Zárate en el final del encuentro rejuvenecieron al equipo para los últimos minutos en los cuales los espacios aparecieron y las oportunidades cada vez eran más claras.

El ex Vélez que se decanta cada vez más por su titularidad pedida de manera unánime casi por el mundo Boca se encargó de cerrar una noche empapada en agua pero con festejo total del hincha, ya que con su entrada en cancha y a pesar de tener pocos minutos de juego pudo dejar pinceladas de lo que vale como jugador. Primero en el tercer tanto, con freno y vaselina incluida en un gol «deluxe» de los tantos que cuenta Mauro en su carrera para hacer delirar a todo el público presente en el estadio. Luego fue tiempo de oportunismo y pizca de suerte para él, ya que tras un centro de «Kichan» Pavon conectó Zárate de cabeza para que rebote de manera fortuita en el defensor rival y entre pidiendo permiso contra el palo del arco, confundiendo asi al arquero del conjunto boliviano.

Tiempo de algarabía para el hincha fueron los minutos finales donde nuevamente comos es costumbre ya colmó el Alberto. J. Armando A pesar de la lluvia azotante en lo que fue otra noche de Copa teñida de azul y oro para que Boca empiece a encaminar su posible pase a octavos de final siendo ahora segundo del «grupo G», dos puntos apenas por debajo del líder: Atlético Paranaense, que le falta visitar aún al equipo xeneize que tras finalizar su participación en Superliga podrá tener tiempo de preparar de lleno los siguientes encuentros por Libertadores y mejorar su nivel futbolístico que necesitará acrecentarse rápidamente si quiere ser protagonista de los torneos que tendrá a lo largo de este año, mientras tanto su flamante técnico Gustavo Alfaro deberá terminar de vislumbrar cual será su equipo titular que lo acompañe a los partidos más importantes que se le vienen a futuro.

Tras dos encuentros sin conocer la victoria y las dudas que provocó el fallido paso por Brasil con goleada en contra el choque ante Wilstermann fue un gran desahogo para el xeneize que ahora querrá ir por todo en el certamen internacional exigiendo lo que la historia de su camiseta demanda, sobrepasando los obstáculos que se le presenten en el camino pero poniendo siempre el escudo de Boca por delante de cualquier otro nombre.