En la mañana dominguera, el despertador sonó temprano en el barrio de la Boca, ya que el Xeneize a partir de las 10 debía medirse ante Lanús, en la anteúltima fecha de la zona de grupos, con el afán de sumar de a tres para pasar por la boletería a retirar el pasaje a los cuartos de final.

El conjunto dirigido por Luis Zubeldía pisaba Brandsen 805 con la necesidad de triunfar si quería seguir en la férrea pelea por los cupos de clasificación. Se ubicaba en el quinto lugar con 16 unidades, tan solo 3 por detrás de Boca, y sabiendo que de no sumar se le pondría negro el horizonte.

La primera etapa fue pareja, Lanus neutralizaba al medio local tomando a los pibes Medina y Almendra y ensuciándole el primer pase tanto a Alan Varela como a la dupla de centrales. Boca estaba incomodo en este escenario, más aún porque Carlitos Tévez era enjaulado tanto por Facundo Quignon y los centrales Granates, por lo que no podía recibir con tiempo entre líneas. Tuvo que recurrir a lateralizar el juego, haciendo subir a los laterales para buscar a través del desdoble por afuera lograr lastimar.

La visita por su parte, forzaba el error y lastimaba a través de él, fue destacada la labor de Pedro De La Vega en esta faceta, siempre lúcido a la hora de administrar el ataque. Un traslado suyo de derecha hacia el centro desordenó el fondo local, el «Pepo» llegó a la medialuna y abrió para José Sand, quien estaba sin marca y como pocas veces sucede, le erró al arco. Avisaba Lanús. Fue la más clara del «Grana» en la primera etapa, sumada a una insólita situación, en la cual a Agustín Rossi se le escapó un centro que parecía tener controlado, Guillermo Burdisso capitalizó el error rematando a arco vacío, y Varela milagrosamente la sacó en la línea.

Boca estuvo toda la primera mitad sumergido en la incomodidad a la que lo sometía su rival, no lograba encontrar desnivel por dentro ya que perdía en inferioridad numérica, y debía recurrir, como ya dijimos, a lastimar por bandas. Todo este contexto negativo, se potenciaba con la imprecisión que reinó en el elenco azul y oro en la primera parte, quien salvo un par de remates de Seba Villa de media distancia que fueron controlados con facilidad por Lautaro Morales, no pudo generar peligro neto.

El complemento presentaba el mismo panorama para los comandados por Miguel Ángel Russo, con la diferencia de que Sebastián Villa cambió de banda y se depositó por izquierda. Esto fue clave, por dicha banda el 22 tuvo un gran primer tercio del segundo tiempo, ganando en el 1vs1 y haciendo prevalecer su velocidad. Boca tuvo tres oportunidades clarísimas en los primeros 10´, en los que produjo el doble de lo que lo hizo en los primeros 45´.

Fue el propio colombiano quien enganchó dos veces en el área y tras eso fusiló a quemarropa al arquero Morales, quien salvó con su torso. Rápidamente volvió a agitar el avispero el local, Frank Fabra anticipó y robo en salida, y asistió al espacio al «Apache», el 10 encaró y definió cruzado, la pelota se fue besando el palo derecho. En este aluvión también estuvo cerca de abrir el marcador Cristian Medina llegando al área, la inició el por derecha, y tras una sucesión de buenos toques, Fabra llegó al fondo y tiró el buscapié que el 36 desvió pero sin poder darle destino de red.

Tras la ráfaga boquense, Lanús logró asentarse de nuevo, y si bien no pudo volver a la rienda corta que le permitió neutralizar al dueño de casa, empezó a animarse también, por lo que el cotejo se tornó de ida y vuelta.

A los 18´ «Focus» Villa volvió a ganar la cuerda por izquierda de manera brillante, enganchó doblemente en el área y ensayó el centro al medio, el cual fue demasiado fuerte por lo que rebotó en «Carlitos» Tévez que no pudo empujarla. Tras esta aproximación, el Granate desperdició una oportunidad increíble en la réplica. Guillermo Burdisso la bajó con la testa y Tomás Belmonte absolutamente solo en la puerta del área chica definió con cara interna de aire tirándola por encima del travesaño. La visita siguió insistiendo, y volvió a tocar la puerta de Agustín Rossi, quien tuvo que responder ante un remate Brian Aguirre desde dentro del área.

Golpe por golpe se daba la pelea, el que acertaba la trompada se llevaba la victoria. Y así fue, a los 30´ Cristián Pavón -ingresó en el segundo tiempo- ejecutó un córner preciso desde la derecha, la pelota se dirigió al primer palo donde fue cabeceada a la perfección por Carlos Izquierdoz, venciendo al guardameta Morales, que si bien pudo tocarla no pudo detenerla dada la vehemencia que llevaba la redonda. Gran diagonal del «Cali» para llegar en carrera a la pelota, sumando así su tercer gol en la Copa de La Liga Profesional.

Con la ventaja a su favor, y ante la necesidad latente del visitante de empatar, los espacios se le multiplicaron a Boca. En este escenario tuvo más de una ocasión para ponerle punto final a la historia, pero todas fueron resueltas de manera imprecisa por Sebastián Villa, quien primero lo tuvo quedando cara a cara con el arquero Morales pero volvió a perder el duelo, y momentos más volviendo a escapar solo al vacío pero enganchando y cediendo mal para Franco Soldano que aparecía por el centro.

No hubo tiempo para más. Facundo Tello detuvo su cronometro a los 49´. Triunfo que le selló el boleto al Xeneize a los cuartos de final, quedando segundo con 22 unidades, detrás del ya clasificado Vélez que suma 28. Cerrará la etapa zonal viajando a Paraná para enfrentar a Patronato. Antes de ello, el próximo martes, emprenderá su visita a Guayaquil donde se medirá ante Barcelona, por la fecha de 3 la Copa Libertadores, en la cual ambos lideran el grupo con puntaje ideal.

Fue impreciso y neutralizado por grandes pasajes del encuentro, pero supo resolverlo a través de la pelota parada, una vez más. Alán Varela, Carlos Izquierdoz y Lisandro López se subieron al podio de los más destacados. Boca cosechó su quinto triunfo al hilo, sigue buscando su mejor versión, pero con la ventaja de hacerlo en una seguidilla de victorias.