A esperar por las emociones.
Boca Juniors no pasó del empate en 0 ante River Plate en el Monumental dentro de un partido chato y con pocas situaciones de gol, las emociones quedarán guardadas para dentro de un mes cuando estos equipos disputen la semifinal de la Copa Libertadores.
 
Llamativa fue la decisión de Gustavo Alfaro a la hora del armado del 11 titular y la no inclusión de Carlos Tévez del equipo principal ya que el apache venía mostrando un gran nivel en sus últimos partidos y se creía que sería un eje del conjunto de Lechuga, por ello en la previa del partido todos los medios se hacían eco de esto junto a otra noticia que cobró atención sobre un posible rumor que vinculaban al jugador Mauro Icardi con la institución de la ribera luego de que su esposa y actual representante declare la intención del actual «player» del Inter de Italia de venir a la Argentina, hecho que enseguida persuadió y desmintió la dirigencia del club pero que seguramente dará mucha tela por cortar en la semana. No obstante el equipo boquense al igual que el fin de semana pasado, contra Banfield, presentaba un doble 9 conformado por el venezolano Jan Hurtado y el ex Union Franco Soldano, lo cual hacía predisponer al pelotazo constante y al poco juego fluido que fue una constante en el xeneize, provocando así pocas situaciones claras de gol y haciendo parar a todo un equipo muy atrás, dejándole el total dominio a River de la pelota y la iniciativa del juego.
 
El mediocampo de Boca se conformaba con un triple 5 defensivo entre Capaldo, De Rossi y Marcone, un poco más suelto aparecía Mcallister quien fue de lo mejor del equipo junto a Andrada en la tarde superclásica, «Sabandija» otra vez dejó en claro porque es el mejor arquero del fútbol argentino, dando solidez y seguridad en cada intervención que le tocó aparecer siendo figura otra vez del partido. Mientras tanto el equipo comandado por Gallardo mostraba sus principales cartas, con un conjunto titular similar al que consiguió el pase a semifinal en Paraguay contra Cerro Porteño, con la diferencia que esta tarde aparecía Enzo Perez en los titulares, en un mediocampo conformado con De La Cruz, Palacios e Ignacio Fernandez, quienes constantemente se hacían dueños del balón y triangulaban junto a los delanteros Borre y Pratto para derribar la defensa de un Boca que parecía endeble en muchos transcursos del partido, lo más peligroso del equipo «millonario» estuvo en las subidas de sus laterales Montiel y Casco que ponían en constante peligro a la defensa boquense conformada por el juvenil Weidgant, la aparacion del colombiano Fabra en el lateral izquierdo y los centrales Lopez e Izquierdoz. El «Millo» no contó ni con la fortuna de su lado ni con la puntería necesaria para aprovechar sus pocas claras chances de gol que siempre fueron bien controladas por Andrada y otras tantas que fueron tiros desviados que estuvieron muy cerca de romper el 0 en el encuentro.
 
Los mejores minutos del partido del xeneize se hicieron presentes en el segundo tiempo poniendo jugadores en campo rival y teniendo alguna que otra chance de peligro en los pies de Mcallister y en un tiro libre sobre el final por parte de Carlos Tévez que había ingresado para disputar los últimos 15 minutos del partido.
 
Las amarillas y la fricción fueron los protagonistas de un encuentro donde la pelota viajó más por arriba que por abajo, las faltas se fueron dando de forma consecutiva ya que nadie quiso correr el riesgo de perder el partido, por ello que el empate en 0 fue tal vez lo más justo aunque la sensación de River será de gusto a poco ya que fue mayor su volumen de juego y sus oportunidades, estando en condición de local.
 
Vendrán días movidos donde todo un país futbolero no hablará de otra cosa más que del cruce entre los máximos equipos exponentes del país, otra vez por Copa Libertadores solo que en esta ocasión en instancia de semifinal, con un mes por delante para el primer cruce otra vez en el Vespucio Liberti y con la ansiedad por ver un partido distinto con seguramente mayor trama y nerviosismo. Será clave para el técnico de Boca recuperar piezas claves del equipo como lo eran Abila, Salvio y Zarate quienes se encuentran lesionados y su tiempo de recuperación daría exacto para volver en esta llave de Copa. Será momento también de terminar de diagramar un equipo titular que deje todo en esta última etapa del calendario sin descuidar los partidos por el torneo local y que logre llegar a tono con un juego que todavía está a prueba y debe corregir errores varios si quiere soñar en grande. Hoy la lucha reinó y el equipo dejó mucho que desear pero no se le negará tampoco la actitud para aguantar el 0 y presentar batalla de visitante ante su eterno rival, aunque también deberá mejorar y corregir muchas cosas en este lapso hasta el cruce más decisivo que tendrá en este año 2019 cuando vuelvan a verse las caras con River. La oportunidad es concreta y los motivos para creer existen, no se podrá ocultar los problemas por mejorar pero por ahora solo quedará esperar y tener cautela.
 
Las emociones se hicieron desear pero seguramente aparezcan en el mítico certamen internacional donde el xeneize sabe que no puede volver a fallar.