Carlos Ischia es un hombre que dejó una huella muy marcada en el club. Desde sus tiempos de ayudante de Carlos Bianchi hasta su etapa como entrenador, Ischia recopiló varios éxitos que hacen que el hincha de Boca lo recuerde con afecto.

Ayer por la noche, el ahora DT de Delfín de Ecuador, charló con la gente de Boca Late (FM 93.1) donde rememoró aquella épica final de Libertadores contra Palmeiras y su paso como DT obteniendo el Torneo Apertura 2008.

Sobre la final de Libertadores del 2000 recordó: «Sabíamos que el rival era difícil, el primer partido en cancha de Boca no fue fácil, tenían un equipo muy bueno. Pero llegó esa instancia de penales y el que había estudiado los penales en realidad era Bianchi».

«Córdoba había hablado con Bianchi antes, pero pidió que alguien le recuerde los pateadores, por éso me puse atrás del arco. Un fotógrafo me prestó su pechera porque me querían sacar de ahí. Igualmente fue todo mérito de Oscar, era un arquero excepcional«, agrega Ischia sobre la noche donde Cordoba atajó dos de los cuatro penales que pateó Palmeiras.

Ocho años más tarde, Ischia tuvo su oportunidad como Director Técnico y logró consagrarse campeón luego de derrotar en un triangular a San Lorenzo y Tigre. Al respecto, recuerda que «el 2008 fue un año muy lindo. Acortamos 11 puntos sobre San Lorenzo y el partido con River fue fundamental. Además teniendo en cuenta que Palermo se lesionó, Paletta también y muchos chicos más. Fuimos sacando juveniles que rindieron, entre ellos Viatri, Múñoz, Forlín. Fue una satisfacción enorme ganarle a San Lorenzo, le ganamos en cancha de Boca y luego en el triangular final en cancha de Racing».

Para finalizar, Ischia habló sobre el traspié por la Libertadores de aquel año, donde Boca quedó eliminado en semis por Fluminense. «Dimos una ventaja grande al ceder la localía. Para el rival es difícil entrar a La Bombonera por la presión que genera. Tuvimos que jugar en Vélez y Racing que no era lo mismo. Ese equipo jugaba muy bien».

También dedicó unas palabras a Juan Román Riquelme: «No tengo dudas que fue el mejor jugador que dirigí. A la altura de Messi, Maradona, Bochini, entre otros. Es uno de los jugadores que más brilló».