Grazie

La llegada del italiano al fútbol argentino colmó las portadas de todos los medios por su sorpresiva decisión a la hora de abandonar su casa, su ciudad natal, su país y de cumplir un sueño personal dentro de un club que admiraba desde hace muchos años. El campeón del mundo con Italia en 2006 llegó a la Argentina en medio de una incertidumbre que se volcaba en torno al jugador por si se retiraría definitivamente o por si bien decidiría partir hacia otros equipos del mundo que le generen mejor pasar económico en el final de su exitosa carrera a sus 36 años de edad. Nada de esto terminó pasando ya que el futbolista decidió dictar lo que decía su corazón y partió hacia Buenos Aires en busca de lograr un anhelo personal desde hace mucho tiempo que era pisar el verde césped del estadio Alberto. J. Armando.
Para la llegada de Daniele fue gravitante la labor hecha por el ex mánager del club, recientemente alejado, hablamos de Nicolás Burdisso. Ambos poseen una amistad de hace años y la confianza de «Nico» con el tano hizo que este último de el visto bueno a vestir la camiseta azul y oro. Desde allí en más, De Rossi, firmó contrato por un año con el xeneize bajo las arcas dirigenciales comandadas por Daniel Angelici, ex presidente del club, en una transferencia furor de la cual no solo se hizo eco los medios nacionales sino que también fue una noticia a nivel mundial.
La historia de «ensueño» hasta ese momento comenzó a escribirse rápidamente en el primer partido oficial que pudo disputar el italiano en el estadio único de La Plata donde el xeneize enfrentaría a Almagro y posteriormente caería sorpresivamente por penales ante el conjunto de Tres de Febrero. Dicho encuentro marcó el final de la participación en Copa Argentina del conjunto dirigido por aquel entonces por Gustavo Alfaro. Aunque más allá del tropezón el enfrentamiento en La Plata también quedaría en el recuerdo por ser el primer partido oficial del «tano» y por además marcar un gol (de cabeza) en dicho partido. La experiencia demostrada en el posicionamiento del campo de juego, los pases de primera, el buen juego aéreo, la sólida marca, la garra y el empuje que mostraba el jugador hacían que rápidamente se meta en la discusión por la puja de un puesto como titular de un equipo que en la idea de «lechuga» estaba conformado bajo un doble 5 en el que el italiano tranquilamente podía ser pieza y conseguir rodaje de a poco, dentro de un calendario agobiador que exigía de variantes y de gran rodaje según la circunstancia de partido a disputarse. La participación del futbolista siguió en la Bombonera donde pudo cumplir finalmente su sueño de disputar un partido allí bajo un marco de gente que lo recibió ovacionándolo en un estadio repleto con posterior victoria ante Aldosivi y otro gran encuentro de él. Dicho buen momento se siguió trasladando a la siguiente semana cuando el xeneize derrotó como visitante a Banfield con gol de Franco Soldano en apenas el primer minuto de juego dentro de un partido en el que De Rossi fue de las figuras de la cancha y donde tal vez mostró su mejor performance en Boca, apareciendo luego por Copa Libertadores ante Liga de Quito haciendo su estreno por el certamen internacional. Allí, en ese periodo, el ex jugador de la Roma se encaminó como para ser titular en los partidos del torneo local y en el choque que se avecinaba ante River por Superliga. Dicho encuentro sería bisagra para el jugador ya que su imagen se vio opacada por un pobre nivel del equipo en un 0 a 0 que dejó más dudas que certezas. De allí en más nada volvió a ser color de rosas para el ex campeón del mundo ya que sufrió respectivas lesiones que lo marginaron del equipo dentro del periodo más importante que atravesaba el xeneize en la disputa de las semifinales de Copa Libertadores ante el eterno rival. En ese lapso el italiano intentó acelerar su recuperación para ser parte lo antes posible nuevamente del plantel, el cual recién pudo volver a aparecer en la vuelta de semifinales donde el xeneize venció 1 a 0 a River pero no le alcanzó para igualar la serie en otro capítulo frustrado por conseguir la Copa.
Los meses finales de 2019 transcurrieron y la llegada de la nueva dirigencia a cargo de Jorge Ameal, Mario Pergolini y Juan Roman Riquelme bajo las decisiones futbolísticas dejaron en foco de discusión sobre la situación del tano. Este mismo a su vez se mostraba en sus vacaciones en su ciudad amada, Roma, entrenando con la camiseta de Boca puesta y haciendo pensar a todo el mundo boquense que su anhelo seguía estando en seguir en la Argentina un tiempo más. Esta situación luego fue respaldada con las palabras del propio jugador, el cual, manifestó querer conseguir revancha y mayor participación en cancha en estos últimos 6 meses que tenía como contrato, si sería tenido en cuenta por el nuevo técnico. Dicha situación con el paso de los días se fue volviendo imposible de lograr para el jugador ya que por un problema de su entorno íntimo sumado a la lejanía de su ciudad y de su familia hicieron por decantar al italiano de terminar decidiendo su alejamiento definitivo, no solo de Boca sino que del fútbol mismo, por decisión propia. Esto se produjo en una conferencia de prensa llevada a cabo por el actual presidente del club. En la cabeza de De Rossi ya no estaba Boca como principal objetivo y por ello que el jugador no se vio a la altura de las grandes exigencias que se presentaban, dentro de un fútbol argentino muy agresivo y físico, en un club que pide ser protagonista en todos los torneos que disputa. Por ello que el paso al costado del jugador tal vez era lo mejor para hacer y aclarar que la decisión no fue por alguna razón dirigencial ni futbolística era lo debido, según lo que pudo expresar en sus dichos.

El futbolista a sus 36 años tuvo una carrera de élite producida en el equipo romano, en su selección y finalmente un paso esporádico por el xeneize en el que decidió colgar los botines y terminar su breve recorrido de apenas 6 meses con la institución. Asimismo el italiano mencionó en conferencia su amor por la gente del club boquense en este corto tiempo vivido en la Argentina y todo lo que le representó sentir la experiencia de jugar un partido para Boca con sus hinchas, en su templo, como representan a la Bombonera.
Mientras tanto a futuro la idea de la dirigencia es contar con De Rossi como posible embajador en tierras europeas de Boca Juniors y así lograr trasladar a jugadores de allí a querer vivir en primera persona lo que podría ser la hermosa experiencia y locura de vestir los colores del equipo más grande de la Argentina.