Con el desafío de seguir ratificando el buen comienzo del nuevo ciclo arribó Boca a Vicente López para enfrentar a Platense. Tras la victoria agónica ante Patronato, encuentro donde el rendimiento colectivo fue de menor a mayor. El Xeneize tuvo una optima performance ante el Calamar y se llevó los 3 puntos, imponiéndose 3-1 en el marcador.

Norberto Briasco, Pulpo González y Cristián Pavón en la última del partido decretaron las emociones de la noche. Un encuentro que Boca dominó, especialmente los primeros 70´, y que si bien Platense empató injustamente en el epílogo del primer tiempo con gol de Nicolás Bertolo en una aislada pelota parada, los dirigidos por Sebastián Battaglia encaminaron con méritos el barco hacia las tierras del triunfo.

Seba Battaglia dispuso cambio de esquema que estaba estrechamente relacionado con las dimensiones menores de la cancha de Platense. 4 volantes (ingresa Molinas de gran manejo) para buscar producir conexiones y producción por el centro. Los laterales eran los encargados de dar la amplitud. Rossi; Advíncula, Izquierdoz, Rojo, Sández; Pulpo González, Varela, Ramírez, Molinas; Briasco y Vázquez fueron los 11 elegidos.

El peruano Advíncula tenía todo el carril derecho a su merced, y Beto Briasco se tiraba a la izquierda para compensar a Agustín Sández, que si bien no es rápido por naturaleza, a fuerza de asociaciones cortas tuvo un gran partido en materia ofensiva.

Boca desplegó un buen primer tiempo desde la intención, dominó a raíz de la tenencia, pero no logró un gran porcentaje de remates al arco en relación a la superioridad territorial, de ideas y de manejo de balón que ejerció de su rival. En este contexto el visitante no sufría porque contenía a su rival, pero no gozaba de plena actividad en el área rival.

La apertura del marcador llegó a los 23´, Cali Izquierdoz anticipó y tiró el pelotazo a espaldas de los centrales, una descoordinación entre Facundo Cardozo y Jorge De Olivera que salió muy lejos precipitándose erróneamente, hizo que Beto Briasco con solo puntearla deje fuera de jugada a ambos y se vaya solo contra el arco vacío. Blooper del Calamar que provocó que Boca traduzca su dominio al marcador. Primer gol del ex Huracán con la azul y oro.

Tras eso el desarrollo no se inmutó, Boca era dueño de las acciones, disponía los tiempos y no desesperaba por romper líneas inmediatamente, sino que movía la pelota encontrando el momento exacto o más adecuado para profundizar. De todos modos la producción no fue abundante, solo un tiro con pierna inhábil del Gusa Sández que pegó en el travesaño, no tuvo grandes situaciones para ampliar el marcador.

Se moría el primer tiempo en la fría noche, los dirigidos por Leo Madelón estaban desconcertados y no encontraban caminos para inquietar a Agustín Rossi, hasta que, un córner aislado en el último minuto les hizo encontrar la paridad. Centro desde la izquierda, Lucas Acevedo hizo un rulo despegándose de su marcador, la bajó hacia la puerta del área chica donde tras ensuciarse Nicolás Bertolo remató para poner el 1-1. Platense se tropezaba con el empate y se iba al vestuario con un premio gigante en relación a su aporte ofensivo.

Los 10´ iniciales del complemento fueron los mejores de Boca en la noche, encerró a su presa, y la fue asfixiando hasta que la devoró. Ya totalmente instalando en campo rival predisponía de la pelota en la 3/4 con su rival encerrado en su área tratando de despejar todo lo que se acerque. Tras avisar con centros que Luis Vázquez de milagro no llegó a capitalizar y remates de media distancia que se desviaban, llegó el segundo gol. Sucesión de toques con paciencia, Aaron Molinas hizo el freno, abrió para el armenio Briasco, que tras enganchar para su perfil tiró el centro para el 9, que perdió con el central Acevedo que la despejó hacia la puerta del área, donde sin dejarla picar y abriendo el pie Diego González, con extrema sutileza, la mandó a guardar pegada al palo izquierdo del arquero local. 2-1.

Con la ventaja nuevamente a su favor la visita bajó el ritmo, y si bien era superior y no padecía en defensa, con el correr de los minutos perdió precisión y tiempo con la pelota en su poder, por lo que al tenerla el rival el peligro aumentaba, ya sea por centros que exigían o por segundas pelotas que podían provocarle dolores de cabeza al Xeneize. En los 5´ finales Boca sufrió más de la cuenta por estos dos motivos, y Platense tuvo un par de envíos aereos que por centímetros no tuvieron destino de arco.

Cuando el club de La Ribera esperaba la campana satisfactoria llegó el tercero definitorio. Contraataque, Jorman Campuzano que hace segundos había entrado al campo de juego tocó para Kichan Pavón, que desde el vértice izquierdo del área, recortó hacia el centro y sacó una bomba que se incrustó cruzada en el segundo palo. Golazo del 31 con curriculum de primer ciclo.

Fue final. Triunfo 3-1 que dejó grandes satisfacciones futbolísticas. Lo que Battaglia pergeñó, le rindió con creces. Buen partido de Boca en mitad de cancha, especialmente encontrando liberados a los interiores y con tiempo para ponerse la cancha de frente, esto en gran parte se dio por la precisa noche en salida del triángulo Izquierdoz-Varela-Rojo. Otro punto a favor fue el balance de las bandas. Advíncula que tiende a imponerse en velocidad le dio todo el carril derecho para él. A Sández le puso a Briasco por su sector, y a raíz de esas asociaciones cortas el 37 tuvo su mejor noche en materia ofensiva.

Segundo triunfo consecutivo, Boca aprovechó la caída de los que lideraban y se puso a 6 unidades de la cima. El próximo domingo recibirá al escolta Racing. Gran cita para seguir acrecentando y ratificando la confianza, el buen pasar y sobre todo para seguir puliendo falencias.