Boca Juniors es el club más popular de la República Argentina, por lo que la exigencia a nivel futbolístico es de grandes dimensiones, esto sumado a la sociedad argentina que se caracteriza por ser exitista, conlleva a que un proceso sea medido por títulos y no por rendimientos.

El siglo XXI ha sido el más exitoso para el club de La Ribera en sus 115 años de historia, la obtención de 3 libertadores con Carlos Bianchi sumado a 2 campeonatos intercontinentales, lo depositan al «Virrey», con justo merecimiento, como el mejor entrenador de la historia de Boca.

Este período glorioso e inigualable (por el momento, y todo indicaría que por mucho tiempo más) de Bianchi ha dejado la vara demasiado alta para otros entrenadores, que si bien han logrado objetivos, quedaban totalmente opacados ante una tan reciente época gloriosa.

Esta columna de opinión tiene como fin recordar a un plantel, que, desplegaba un gran fútbol, y que logró conquistas tanto a nivel nacional como internacional, pero como su duración fue corta, ha pasado desapercibido, siendo poco destacado y recordado. El Boca de Alfio Basile (2005-2006). El Boca más infravalorado de la historia.

El «Coco» asumió a la dirección técnica a mediados de 2005, tomando las riendas de un Boca que se encontraba en un período de transición, y con una reciente eliminación de Libertadores en manos del Chivas mexicano.

Tan solo un mes después de haber asumido como mandamás del plantel, obtuvo la Recopa Sudamericana 2005, venciendo al Once Caldas de Colombia.

El mandato de Basile duró poco más de un año, ya que a mediados del año 2006 fue nombrado como director técnico de la selección argentina. Las estadísticas a nivel certámenes fue inmejorable ese año, Boca participó en 5 competiciones, y fue, nada más ni nada menos, campeón en las 5.

Títulos locales:

Apertura 2005: era el principal objetivo que tenía Boca en el segundo semestre, si bien arrancó sin encontrar regularidad, en la mitad del campeonato logró cosechar 5 victorias de manera consecutiva, lo que lo catapultaron a los puestos más altos. Peleó palmo a palmo con Gimnasia de La Plata, el «Lobo» llegó como puntero a la anteúltima fecha, donde empardó ante Newell`s en el Bosque, el Xeneixe no dejó pasar la oportunidad, superó por 2-0 a Independiente en La Bombonera, y en Bahia Blanca se consagró campeón venciendo a Olimpo por 2-1, un partido que será recordado con el tiempo por el tiro libre de tres dedos del «Pocho» Insúa.

Clausura 2006: con la misma base de jugadores (solo la baja del Flaco Schiavi) el Xeneixe debía defender la corona local, sin jugar Libertadores por no haber clasificado el año anterior, los cañones no tenían otro horizonte que el bicampeonato. Lo consiguió de manera holgada, sumando 43 unidades y sacandolé 8 de ventaja a Lanus, que terminó como máximo perseguidor.

El Boca de Basile fue bicampeón con autoridad del fútbol argentino, obteniendo un promedio de 73% de los puntos posibles.

El Xeneixe desplegaba un juego vistoso desde el desarrollo, con una idea táctica y sistemática que poseía una voracidad ofensiva infalible, con Martín Palermo y Rodrigo Palacio que tenían una cuota goleadora abrumadora, entre los 2, marcaron 35 goles en 38 fechas, y sin haber disputado la totalidad de los encuentros debido a la doble competencia. Esa dupla de ataque tenía como suplentes a dos históricos: Marcelo Delgado y Guillermo Barros Schelotto. Inmejorables cartas de ataque para elegir tenía el «Coco».

En el arco estaba consolidado y era figura Roberto Abbondanzieri, que era respaldado por una defensa con dos centrales férreos como lo eran Rolando Schiavi (en el Clausura 2006 reemplazado por Silvestre) y Daniel Diaz, y dos laterales que no solo defendían, sino que también realizaban una faceta ofensiva, Hugo Benjamìn Ibarra, el mejor lateral derecho de la historia de Boca, y Juan Krupoviesa, que tuvo un buen año con Basile, manchado por el recuerdo de la patada criminal al «Rolfi» Montenegro en la Bombonera.

La mitad de la cancha tenía a un joven Fernando Gago que era la bandera de juego, el primer pase, siendo acompañado por Sebastián Battaglia (en el 2005, luego se desempeñó Pablo Ledesma), y por las bandas, a mi parecer, las dos características principales de este Boca, ya que eran quienes le daban lo particular al esquema de Basile, Daniel «el Flaco» Bilos y Federico «el Pocho» Insúa (también cumplió ese rol «Neri» Cardozo), dos jugadores que tenían alma de delanteros, pisaban permanentemente el área, alternaban posiciones y tenían gran desequilibrio a través del 1 vs 1. Boca pisaba el área con 4 hombres, sumado a los laterales y a Gago que se soltaba para distribuir. Un equipo totalmente ofensivo, no solo desde lo númerico en sus hombres, sino desde el daño que le hacía al rival, y su alto promedio de gol (que rondaba los 2 goles por encuentro).

Sin dudas, se debe tener en cuenta que este Bicampeonato quedó totalmente dejado de lado, debido al famoso Apertura 2006 donde Boca, dirigido ya por La Volpe, perdió el tricampeonato a manos de Estudiantes, en la recordada final en la capital de Buenos Aires.

En el panorama internacional también el «Boca del Coco» cumplió con creces, obtuvo dos Recopas, ante Once Caldas y Sao Paulo; y obtuvo la Copa Sudamericana 2005, venciendo a Pumas por penales en la final, tras haber tenido un excelente derrotero dejando en el camino a Cerro Porteño, Internacional de Porto Alegre y Universidad Católica.

Tras haber emigrado a la selección mayor en 2006, Basile retornó al club, en un contexto totalmente diferente, en 2009, aunque pasó sin pena ni gloria.

Quedará para siempre el semblante de la duda de que hubiese ocurrido si el ciclo Basile continuaba, se encontraba en su mejor momento futbolístico el plantel, había una identidad de juego plasmada y un hambre de gloria inmenso.

Su corta duración, el posterior ciclo de La Volpe, la dimensión inmensa de Bianchi que hace que todo quede chico a su alrededor en Boca, no haber ni siquiera haber podido participar de la Copa Libertadores, son algunos motivos por los que este período pasa desapercibido. Una verdadera injusticia.