Derrota alarmante

En la noche dominguera Boca cayó derrotado en La Bombonera 1-2 ante Talleres de Córdoba. Arrancó abajo en el marcador en el inicio de la jornada con gol de Carlos Auzqui, lo empató sin merecerlo a falta de 10´ y en la última del encuentro Diego Valoyes le escupió el asado.

Volvió a flaquear. Volvió a demostrar falencias. Por momentos, parecía una continuación del partido frente a Sarmiento, hasta el color de las camisetas coincidían.

La generación de juego fue nuevamente el déficit que tuvo el Xeneize, la escasa aparición de receptores entre líneas y de asociaciones en el mediocampo lo obligaron a lateralizar inocuamente y a apostar a los envíos áereos ante un elenco cordobés que neutralizaba presionando alto y tapando a Jorman Campuzano en la salida.

Con Campuzano eclipsado Boca perdió primer pase. Le costó salir limpio desde el fondo, salvo un par de pases razos entre líneas de Lisandro López. Y estas malas salidas quedaron expuestas a los 13´ de la etapa inicial, Esteban Andrada despejó mal, la pelota quedó corta, rápidamente la «T» abrió para el colombiano Valoyes, el 7 desbordó y ensayó un buscapié para Mateo Retegui, quien remató centrado a la posición del arquero que tapó a medias ya que la pelota pegó en el palo y encontró a Carlos Auzqui que definió entre las piernas de Licha López para poner el 1-0.

Con el resultado a su favor el visitante siguió apostando a la obstaculización de las vías de circulación del dueño de casa. Este plan le salió a la perfección, ya que lo llevó a cabo con absoluta concentración y además, en más de una ocasión logró inquietar al Xeneize a espaldas de Frank Fabra, donde Valoyes a raíz de su velocidad se hizo un festín.

Carlos Tévez era el más activo, aunque luchando más que jugando, recibió generalmente de espaldas y tuvo que arreglarselas entre los centrales Nahuel Tenaglia y Piero Hincapié.

La primera parte finalizó con la misma tónica con la cual se desarrolló. Boca era el encargado de dictar la propuesta pero la misma era en demasía pobre, no tenía juego, era impreciso y estático, y esto se evidenciaba con el número alto de pelotas que perdió en la zona media del terreno de juego ante un Talleres que siguió su plan a rajatabla y fue superior, no solo por no dejar jugar a su rival, sino porque además, cuando se lo propuso lastimó.

En la etapa complementaria esto no cambió, ingresó Franco Soldano como referencia de área pero volvió a tener problemas de ubicación y fue absorvido por el ecuatoriano Hincapié que le ganó en todas las pelotas aereas.

La incapacidad ofensiva llevó a Miguel Ángel Russo a probar con 4 delanteros, Mauro Zarate adentro, Gonzalo Maroni afuera. Esto terminó de partir a Boca, ya que Nicolás Capaldo estuvo demasiado solo en el circulo central y el pibe Medina tenía un campo muy grande por cubrir, lo que lo llevaba a desordenarse fácilmente y a recibir siempre exigido.

Por su parte, Talleres seguía lastimando, Diego Valoyes remató con vehemencia y exigió a más no poder a Esteban Andrada, que a pesar del error en el primer gol, intervinó bien en más de una ocasión.

El reloj seguía su rumbo y la ecuación no se modificaba, cada vez eran más habituales los despejes por arriba de los centrales Marcos Rojo -entró por Izquierdoz- y Lisandro López para buscar receptores que la bajen para poder así atacar a través de la segunda pelota. La zaga central optaba por esto ya que los dirigidos por el Cacique Medina no los presionaban, le daban libertad para salir y se encargaban de taparle a los medios, lo que hacia que queden sin receptores por bajo.

Michael Santos, refuerzo del conjunto cordobés, ingresó y tuvo en sus pies la ampliación del tanteador. Encaró a ambos centrales Xeneizes y remató cruzado de zurda, la pelota pasó rozando el parante derecho de Andrada.

El dueño de casa terminó el partido con 0 tiros al arco. Con una escasez de juego enorme, la pelota parada era el único método por el que podía llegar al empate, y así fue, córner desde la izquierda que Santos desvió en propia puerta dejando en el camino a Guido Herrera que salió mal a cortar. Cuando poco pasaba, cayó la igualdad. El Xeneize sin hacer mucho volvía a meterse en partido. Aunque fue solo la motivación de la paridad, porque no logró provocar peligro en los últimos minutos, y es más, fue superado en los últimos 10´.

Talleres lejos estuvo de bajonearse, y se lanzó al ataque en busca del triunfo. A los 45´ el colombiano Valoyes y Franco Fragapagne tuvieron la victoria, ambos remataron en la misma jugada, y ambos se toparon con dos sensacionales respuestas de Esteban Andrada.

La T no solo avisó, sino que lo ganó. A los 47´ Joel Soñora tomó la pelota por derecha y ensayó un centro que cayó apenas atrás del punto del penal donde apareció absolutamente sin marca Diego Valoyes, la figura de la noche de primera la ajustó al palo izquierdo para poner el 2-1 agónico y final.

Fue derrota para Boca Juniors, que volvió a tener horrores defensivos y excesiva escasez de creación de juego ante la ausencia de Edwin Cardona. Una derrota justa que prende las alarmas. Próximo domingo deberá revertir la situación visitando a Independiente en Avellaneda, un duelo clave para aspirar a la clasificación.