Una de las novelas de cuarentena llegó a su fin. Mauro Zárate llegó a un acuerdo con Boca Juniors y firmó la extensión de su contrato por 18 meses, con la posibilidad de interrumpirlo en junio del año próximo. De ésto y más, Mauro dialogó con el programa Superfútbol de TyC Sports.

El ex jugador de Vélez finalmente continuará en el club y en la entrevista de este mediodía comentó el porqué del retraso en las negociaciones. Al respecto dijo: «Mi intención siempre fue seguir. El semestre pasado las lesiones no me dejaron alcanzar mi máximo nivel. La idea es estar al 100%», sobre la demora en llegar a un acuerdo, comentó: «Las negociaciones son así. La pandemia tampoco ayudó a agilizar los trámites. Pero la idea era quedarme en el club. No me veía yendo a otro lado o jugando afuera.».

Consultado por su relación con el DT actual, Zárate expresó que guarda un enorme respeto por él y que, a pesar de no haber sumado varios minutos a principio de año, charlan constantemente. «Gracias a Miguel tengo la carrera que tengo. Antes era un desastre. Me ayudó a tener los pies sobre la tierra cuando lo tuve en Vélez», agregando que actualmente «Russo me pide que juegue más cerca del área, que deje dar vueltas por toda la cancha».

También el mediapunta reflexionó sobre los otros dos técnicos que tuvo en Boca, Alfaro y Guillermo. Sobre el primero destacó que «con él tuve uno de mis mejores momentos, hubo cuestiones que no coincidimos pero siempre se lo dije, nunca le fui por atrás», mientras que, sobre Barros Schelotto, quien se rumoreaba que quería llevárselo a EE.UU, declaró: «Mi relación con él es buena, fue con quien llegué a Boca. A pesar de no haber jugado la final de la Copa en 2018, estoy agradecido con él».

Por último, Zárate se refirió a las expectativas a futuro en el club, especialmente a la lucha por la Copa Libertadores: «Mi mayor desafío es triunfar en Boca y ganar la Libertadores, pero lo tengo desde el primer día que llegué. No juego por lo económico, el mayor desafío de mi carrera es triunfar acá. Me siento en deuda con la gente, pero no me presiona, el desafío es conmigo mismo».