Sigue la fiesta

En un mundo futbolístico parado a raíz de la pandemia del Coronavirus, la AFA decidió que se dispute lo programado para este fin de semana pero sin público, por ende, comenzó la Copa de la Superliga.

En este contexto, el campeón del fútbol argentino viajó a Mendoza para enfrentar a Godoy Cruz. Miguel Ángel Russo tenía en sus planes poner un equipo alternativo, resguardando a los titulares para el encuentro ante Libertad en Paraguay, pero como la Conmebol suspendió la actividad en Copa Libertadores, el DT del Xeneize optó por poner un mix. Andrada; Buffarini, Izquierdoz, Alonso, Mas; Salvio, Fernández, Marcone, Obando, Reynoso y Ábila, fueron los 11 que saltaron al terreno de juego.

En la primera etapa Boca fue el dueño de la pelota y el proponedor de juego, mientras que el Tomba se resguardaba, trataba de ser práctico en sus ataques, buscando aprovechar al máximo la habilidad de Juan Brunetta, y apostando a la pelota parada.

A los 6′ llegaría la primera emoción de la noche, Julio Buffarini capturó un rebote en el área y con vehemencia remató cruzado arriba para abrir el marcador, tras una buena combinación entre Iván Marcone y el «Toto» Salvio.

«Pol» Fernández realizó una gran primera etapa, siendo movedizo, conectando líneas y ejecutando interesantes pases cruzados. Emmanuel Reynoso también colaboraba en la gestación, mientras que Eduardo Salvio y Agustín Obando hacían ancha la cancha.

Godoy Cruz encontraba en la pelota quieta la mejor arma para lastimar a la visita, en el comienzo ya había avisado por esta vía, y a los 28′ no perdonó, Juan Brunetta ensayó un centro preciso que encontró la testa de Tomás Badaloni, quien decretó la igualdad.

La felicidad de la paridad les duró poco a los mendocinos, ya que tan solo 2′ más tarde, Julio Buffarini asistió en diagonal al «Toto» Salvio, que disparó cruzado para poner el 2-1. 10 son los goles que alcanzó el ex Lanus con la camiseta de Boca, en tan solo 26 encuentros, venía de marcarle un doblete al DIM entre semana.

El Club de La Ribera se iba al descanso ganando, llevando los hilos del partido, pero a sabiendas de que tanto la movilidad de Brunetta como la pelota parada, eran problemas que complicaban en demasía.

Estas dos problemáticas salieron a la luz en el arranque de la etapa complementaria, Badaloni volvió a ganar de cabeza encendiendo las alarmas, y segundos más tarde, Brunetta reventó el palo de media distancia. Se salvaba el Xeneize.

Tras eso el encuentro mermó en intensidad y cayó en una meseta, Boca manejaba las acciones a su merced pero carecía de precisión para lastimar concretamente.

A los 21′ comenzó a cerrarse la historia, Carlos Izquierdoz encontró boyando a la pelota en el punto del penal, y la envió al fondo de la red. 3-1.

Tras eso, todo fue para la visita, que se topó con un rival totalmente desguarnecido, que dejaba muchos espacios. Ramón Ábila pudo haber ampliado de cabeza pero encontró bien ubicado al arquero Rey.

Jorman Campuzano ingresó faltando 5′ y en la primera que tocó puso el 4-1 definitivo, cabeceando un centro de Emmanuel Mas.

El Xeneize goleó y volvió a tener una óptima performance, con muchos puntos altos en lo individual, un desempeño colectivo destacado, y una idea sistemática que cada vez se plasma mejor en el terreno de juego.