Lo único cierto del fútbol (y un puñado de verdades más) es que siempre da revancha. Esto funciona para propios y ajenos, y por eso ni hay que confiarse cuando los récords se estiran ni hay que amargarse cuando se cortan.

Hace 9 años que River no le ganaba a Boca en el superclásico del fútbol femenino, y hoy la derrota cayó como balde de agua fría (además de replicar la sufrida en la finalísima de la Copa Libertadores el año pasado).

Las millonarias supieron marcar la diferencia desde el comienzo con un gol de Mercedes Pereyra a los 12 minutos de la fase inicial. Dos minutos más tarde Nicole Hain abultó el resultado. Y más tarde sería Fanny Rodríguez la que sellara el tercero. Cuando quedaba poco para el cierre Yamila Rodríguez marcó el descuento en lo que sería el final 3-1.

A pesar de arrancar el año con un golpe importante, no por nada a las xeneizes se las conoce como las Gladiadoras y tenemos la certeza de que será el tropezón que sirva para hacer ajustes y encarar el torneo con la frente bien en alto. Que el fútbol femenino crezca, se profesionalice y que partidos de esta envergadura se televisen y difundan en los medios es una victoria de todas.