El capitán Xeneize hablo a la salida del Sanatorio Otamendi, donde todavía no recibió el alta por la lesión en su ojo izquierdo, y expreso toda su bronca por todo lo que sucedió en la llegada del micro al estadio: “Me siento con mucha bronca, todo una tristeza, lo único que siento es mucha impotencia.

El capitán a pesar de no tener el alta manifestó que iba a jugar igual: “Mañana tengo que volver a las dos de la tarde y ahí me van a volver a revisar. Mejoro bastante la visión. Tengo irritado, se ve que me ha rozado una astilla del vidrio.  Es una vergüenza, yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar. Me llama el técnico y me dice venite que se juega igual. Con el ojo hinchado, irritado y no veía nada. Nos estaban obligando a jugar y yo no podía.”

A su vez, contó como se vivió el episodio lamentable desde adentro: “El episodio fue lamentable, desde que cruzamos el puente para la cancha de River, de repente aparecieron 200 personas a dedicarse a tirar piedras. No se que paso, pero fue muy raro. No había mucha gente y después se acumuló toda la gente en un lugar. Fueron tres minutos que no se los deseo a nadie.

“Eran estallidos de vidrios constantemente, no fue muy lejos de la entrada al estadio.”

“Cuando salgo del estadio, siguen tirando piedras a la ambulancia.”

Reflexiono sobre qué hubiese pasado en un hipotético escenario en el que el resultado hubiese sido a favor: “Como vamos a ir a una cancha donde no me brindan seguridad. Qué pasa si nosotros jugábamos y ganábamos, ¿quién me saca de ahí?. Si la gente estaba loca antes de entrar imagínate si vamos y ganamos, que pasa, me matan. Tengo tres hijas, mi señora, estaban llorando. Yo no puedo jugar al futbol así si voy a una cancha donde sé que puedo llegar a morir.”

Otras declaraciones del Capitán:

Picante: Si el ojo me lo saca no me lo paga nadie.

Sobre una posible sanción a River: “No voy a opinar de lo que corresponda a una sanción.”

El viaje en la ambulancia: “Hasta la puerta fueron los piedrazos. Y cuando me fui en la ambulancia, seguían tirando piedras. Te lo puedo decir el que conducía y la enfermera que nos acompañaba.”

El médico de la Conmebol: “No conozco al médico de la Conmebol, porque no me vino a ver nunca. Fue al vestuario y firmo un papel que decía que yo estaba en condiciones, es una vergüenza que diga eso, no veía nada. Tenía el ojo que lo tenía que estar cerrando porque no veía nada. Nunca fue solidario con nosotros, debe tener alguna orden que no me venga a ver.”

Los jugadores de River que se acercaron: “Me escribió Nacho Scocco desde el vestuario y Milton Casco, por la relación que tenemos de haber jugado en Newell’s.”