No se logró el objetivo tan deseado, se derrumbó el mundo entero de los bosteros en menos de 30 minutos de un alargue que no se terminaba más.

Sí, Boca perdió otra final de Copa Libertadores, pero lo peor no es eso claro está, lo peor es que haya sido frente a River. Boca dio muestra de que no hay un equipo consolidado, y que las ideas de juego no estuvieron presentes, como hace tiempo.

El armado del equipo, del banco de suplentes o tal vez los cambios son los agravantes de la eliminación, Boca no estuvo a la altura, no propuso, no se plantó, Boca cedió la pelota, el juego y el partido, jugó a defenderse, en el empate y en la victoria, luego se desesperó cuando ya nada había por hacer más que soñar con una hazaña.

En un primer tiempo malo de River, en el que buscó y buscó pero por lo cerrada que tenía su defensa el Xeneize no encontró un espacio para hacerse con el gol, Boca aprovechó una jugada sobre el final, luego de una mala salida de Andrada y ante amenaza de gol que se logró despejar, y luego con una asistencia magnifica de Nández, sacada de otro partido, y una excelente definición post enganche de Benedetto. Boca se fue al entretiempo ganando un partido que tal vez no merecía, Boca tocaba el cielo con las manos momentáneamente con una o dos llegadas claras al arco rival, con tiros libres desperdiciados y luego de defenderse gran parte de esos 45 minutos.

El segundo tiempo no fue tan distante al primero, Boca buscó defender, aguantar el resultado hasta donde fuese posible, hasta que inevitablemente una falla defensiva dejó el arco servido para que Pratto defina y empate el partido a 25 minutos del final.

Con Nández (como estandarte), Pérez y Buffarini extenuados, Boca no lograba sacar una pelota limpia de su campo de juego. Contando los minutos se confirmó lo que ya todos sabíamos, estábamos en la final mas larga de la historia, habría tiempo extra…

Apenas comenzado el primer alargue llegó el golpe al mentón que nos dejó casi en la lona, es expulsado -mal-Barrios, que fue con vehemencia a trabar una pelota sencilla, ahora, Boca no sólo tenia jugadores en una pata, sino que se quedaba con un hombre menos.

Los cambios eran necesarios, y en el banco no habían demasiadas opciones que convencieran, jugadores que ocupaban un mismo puesto (Zárate/Tevez) y otros que ya habían ingresado ni siquiera a media maquina (Wanchope por Benedetto y Gago por Pablo Pérez).

Se sumaba una mala más golazo sacado de todo contexto de Quinteros, Boca ahora perdía, lamentablemente la desesperación llegaba y cuando parecía que no se podía estar peor, se lesionaba Gago luego de poco mas de 15 minutos en cancha. Ahora sí, Boca estaba destrozado y en la lona, River pudo hacer el cuarto gol antes que el tercero pero también tenían un cansancio importante, por lo cual se demoró y el tercero llegó cuando ya se había cumplido el tiempo reglamentario.

Si bien el rival no logró llevarse puesto a Boca, en todo momento fue más, y se notó de sobremanera, Boca no agarraba la pelota y si lo hacía, parecía ser una bola de fuego.

Boca regaló una final desde lo táctico, en la que difícilmente lograría triunfar.

Mención especial a Nández, por dejar todo, por no guardarse nada, aún cuando no podía más, aún cuando era el único que seguía y seguía. Destacable tambien lo de Buffarini, que tuvo un buen partido, es lamentable que no se nos haya dado, estas derrotas duelen como pocas cosas en la vida. Pero somos Boca y hay que levantar la cabeza, se va a salir adelante.

Ahora, más que nunca soy Bostero, de corazón, por los colores y porque la pasión y el amor nunca van a cambiar.