Hace 15 años Boca no ganaba en el Gigante de Arróyito. Hace 8 partidos no vencía a Rosario Central. La oportunidad de acrecentar el buen momento y prenderse al campeonato con un triunfo obligatorio para las aspiraciones del Xeneize, era inmejorable. Contexto adverso, para sacar chapa de óptimo pasar.

En frente, el desfachatado, vertical y divertido equipo Canalla del Kily González fue un hueso duro de roer. Los primeros 25´ el local planteó un encuentro sumamente incomodo para los dirigidos por Sebastián Battaglia. Ganando y forzando permanentes duelos individuales, lo obligó a buscar a Luis Vázquez para disputar la segunda pelota. Ruben-Gamba sobre los centrales, Emiliano Vecchio eclipsó a Jorman Campuzano y Emmanuel Ojeda sobre el enganche. Lo neutralizaba, y además lo lastimaba. Los laterales se enfrentaban entre sí, y la participación de los interiores Pupy Ferreyra y Diego Zabala, provocaban conexiones que complicaban al fondo visitante que arrancó padeciendo.

Además, el dueño de casa lograría ponerse en ventaja temprano, con un cabezazo de Gastón Ávila -perteneciente a Boca- en el primer palo tras un centro milimétrico del número 10 de la Academia. Era el segundo córner consecutivo con el que Central lastimaba, en el anterior, Agustín Rossi con una fantástica tapada le ahogó el grito sagrado a Facundo Almada. 1-0 el Canalla en 10´.

El Xeneize se encontraba por debajo en el marcador, sufría defensivamente y estaba totalmente incómodo. Juan Ramírez no podía desnivelar, y los interiores Agus Almendra y Cristián Medina no recibían perfilados, por lo que perdían fácilmente y la creación de juego era escasa por dentro. En este desfavorable contexto, Agustín Sández fue la llave. El 37 fue la figura de la cancha, trepando con criterio por su banda, asociandose inteligentemente con Beto Briasco, y tirando excelsos centros.

Un envío del propio Gusa fue conectado por Chelo Weigandt (los laterales con instrucciones de pasar ambos a la vez), la pelota pegó en el palo. Minutos más tarde, otro buen centro del juvenil Sández, tras eludir al uruguayo Zabala, encontró a Vázquez en las alturas, está vez no perdonó el 38 (había avisado instantes atrás), le ganó sobrado a Gastón Ávila y con un cabezazo de pique al suelo venció a Fatura Broun. Boca empataba.

Vazquez vs Central 29 marzo, 2024
El 38 está cargado. 2 goles en 4 partidos para el juvenil en la era Battaglia.

Con el correr de los minutos el pressing de Rosario Central y los duelos individuales contantes, empezaron a mermar. Jorman Campuzano (luego Alan Varela cuando ingresó) empezaron a recibir con libertes, lo que permitía activar a los interiores, para que formen triangulaciones con laterales y el delantero recostado, para que puedan pisar el área, y para empezar a atacar con superioridad numérica.

Debido a eso, en el complemento, crecieron notoriamente las intervenciones buenas de Medina, Almendra y Ramírez. Boca se hizo dueño del partido, atacaba con criterio, desbordaba acertadamente y estuvo muy cerca de conseguir el segundo en más de una ocasión.

La entrada de Aaron Molinas mejoró notoriamente al equipo, su efecto fue enorme, por su inventiva, su atrevimiento y su inteligencia a la hora de decidir. Potencia al equipo y a sus compañeros. Es distinto.

Mano a mano de Luis Vázquez, testazo que se fue besando el palo de Cali Izquierdoz, media distancia del chico Molinas, definición del Chelo Weigandt que pasó cerquita y disparo cruzado de Kichan Pavón. Algunas de las chances extremadamente claras de gol que desperdició Boca, en parte por definiciones desacertadas y también por fenomenales intervenciones del guardavalla Canalla.

En los últimos 15´ el encuentro se partió totalmente. Transiciones de lado a lado con peligro. Fue un auténtico partidazo durante los 75´ y lo era en el final. Ambos con intenciones claras de llevarse los 3 puntos, sin resignar nada y arriesgando permanentemente.

Cristián Pavón y Nicolás Orsini entraron para aportarle frescura al ataque. Emi Vecchio lo tuvo para Rosario Central de contra, en superioridad numérica la movieron de un lado a otro, Pupy Ferreyra se la dejó para que defina mano a mano, y la tiró muy desviada.

Cuando intentas incansablemente, propones, no bajas la cabeza y no te rendís, la suerte, un poco, juega para vos. 44´ marca el cronometro y llegó la hora de la verdad. Boca se llevaba un empate con sabor a poco, por sus ambiciones y su superioridad, Cristián Pavón recibió de Chelo Weigandt -estuvo en modo locomotora-, tiró el buscapié e insólitamente Fernando Torrent la metió en contra de su valla. Desahogo y delirio total para todo el mundo boquense. 2-1 sobre la campana.

Triunfazo de Boca. En parte por 3 puntos de oro que le sirven para seguir trepando en la tabla de posiciones, y por otro, y más importante, por la manera en la que lo consiguió, revirtiendo una historia adversa con un estilo, convicción e idea bien definidos.

La era Sebastián Battaglia suma 10 de 12 puntos disputados, sigue desplegando movimientos de buen fútbol y se ilusiona con pelear el campeonato. Los chicos enarbolan la bandera. Próxima parada, de local ante Defensa y Justicia, el martes 14 de septiembre a las 21hs.