Un país paralizado, un mundo pendiente de este partido, corazones que laten mas fuerte que nunca, los amuletos, las cabalas, las millones reuniones familiares programadas para observar semejante hito, la desesperación del hincha por conseguir una entrada y ser partícipe de este increíble enfrentamiento que traspasa todo tipo de cuestiones normales u objetivas en la mejor ocasión, en una final de Copa Libertadores.

Desde aquel sorteo de los octavos de final de la Copa que miles de hinchas,clubes, fanáticos del deporte y periodistas lo imaginaban, lo esperaban para luego palpitarlo y llegar al momento cúlmine que vive hoy en día el mundo futbolero. Se dará lugar al partido más trascendente entre ambas instituciones, la rivalidad es llevada al máximo nivel, en la mejor instancia posible.

No es novedad que este duelo despierta pasiones inimaginables hace largos años con miles de anécdotas de por medio, con la puja en el principio de la historia por la identidad barrial que luego atravesó el mundo entero, desde allí el sentimiento por cada uno de sus colores los identificó y los diferenció por siempre: los primeros enfrentamientos, las primeras goleadas, los campeonatos de unos y otros, los categóricos equipos, la máquina millonaria, el invicto de 40 partidos boquense. Los campeonatos locales River platenses, los títulos internacionales heroicos del xeneize, sus históricos jugadores: Riquelme, Labruna, Palermo, Alonso, Rojitas, Francescoli, Bermúdez, Merlo, Gatti, Fillol, Roma, Carrizo, Córdoba, Ortega, Maradona, Gallardo, Guillermo, Aimar, Tevez, Saviola, Ibarra, Perfumo, Suñe, Cesarini, Schiavi,Moreno, Battaglia, Pasarella, Rattin y tantísimos otros jugadores que quedarán por mencionar en este duelo. Llega el turno de mencionar a también grandes técnicos de cada uno de los clubes como: «El virrey» Carlos Bianchi, Ramón Díaz, Lorenzo y el actual DT millonario Marcelo Gallardo.

Esta gran disputa de toda la vida contó con encuentros de gran importancia pero nunca tuvo un choque internacional en instancia de final. Los equipos más grandes de Argentina dejaron su huella para verse las catas otra vez, aunque esta vez ya nada será igual que antes. La esperanza «azul y oro» se volcará primero en su gente, en su templo, en su casa: La Bombonera, la cual promete latir más fuerte que nunca para hacer pesar luego su escudo, su historia, su mística en este tipo de torneos, el cual ya consiguió alzar la Copa en 6 distintas ocasiones. Será el turno para los protagonistas de este evento sin igual: los jugadores, los que deciden adentro de la cancha. Se rezará por tener un arquero (Agustín Rossi) seguro y protagonista en los tres palos, se buscará una defensa que muestre ese mismo carácter como lo hizo ante Palmeiras, se volverá a ilusionar el hincha con ese duro doble 5 protagonizado por el tándem: Barrios-Nandez con el pedido de que estén más que nunca «con el cuchillo entre los dientes» y así darle la importancia merecida a su capitán, Pablo Pérez, quien llevará la labor de hacer jugar con paciencia y visión del juego. Arriba no tendrá que faltar la velocidad y picardía por parte de los extremos: Pavón y Villa, proporcionando así chances de gol para su 9 al acecho por convertir, hablamos de Wanchope Abila que además de intentar llegar al gol seguramente le intente dar fuerza, empuje y aguante por sobre todas las cosas al equipo. Afuera el xeneize contará también con dos presencias de total experiencia, liderazgo y hasta idolatría como lo son Fernando Gago y Carlos Tevez. El otro «9» que estará ansioso por ingresar será el mágico Dario Benedetto, el «pipa» viene dulce y buscará nuevamente hacer delirar a todos los «bosteros» con sus goles que son amores. Volverá a estar en el banco de suplentes la pareja técnica de los mellizos Barros Schellotto, Guillermo su DT vuelve de la suspensión por parte de la Conmebol y pondrá en juego tal vez su papel de ídolo, aunque nunca dejará de ser ese 7 Bravo que volvió loco como jugador a todo River, como técnico sufrió las críticas por muchos aunque es innegable su estadística de DT bicampeón del Torneo Argentino, esta vez será su oportunidad de consolidarse como ídolo por completo xeneize, sin haber puntos medios entre la victoria y la derrota.
Mientras tanto el equipo de Nuñez tratará de afianzar su saldo positivo de los últimos años ante este Boca, la victoria resultaría un éxito rotundo del ciclo Gallardo y demoledor para su rival, haciendo al millonario un equipo más «copero» y con un carácter superior nunca antes mostrado en este tipo de competiciones. Las consecuencias de un posible título que podría dejar a un lado la paternidad xeneize. Mientras tanto el club de la ribera ante un resultado positivo lograría tal vez hundir definitivamente a su clásico, haciendo más fuerte las heridas del descenso de River en 2011.

Incalculables serán las conjeturas que podrá sacar cada hincha del mejor clásico del mundo, de un país que respira fútbol donde gran parte se lo debe a estos dos enormes equipos que estarán camino a la gloria eterna, en un duelo que jamás se olvidará.
El puntapié inicial es en la Bombonera donde el hincha es el encargado de hacer valer su mística e inclinar un resultado soñado a su favor. Luego va a ser el turno de llenar otra página de la historia en el Monumental, lugar donde se definirá todo por el cruce de vuelta de la final. La oportunidad es inmejorable, en nada más ni nada menos que el clásico mas importante de la historia.