Boca Juniors avanzó en la semifinal de la Copa de la Superliga venciendo sin brillar demasiado por 1 a 0 contra Argentinos Juniors, el gol lo hizo Lisandro Lopez de cabeza a los ’10 del ST para así sellar su pase y esperar por Tigre en lo que será la final del torneo.
El xeneize recibía en la Bombonera a un complicado rival como lo fue Argentinos Juniors durante toda la serie, el cual logró mantenerse siempre vivo e incluso le propuso una gran batalla tanto en la paternal como hoy en el Alberto. J. Armando.
El empate en 0 en la ida del último Domingo dejaba una llave totalmente abierta de cara a lo que iba a ser un partido de vuelta de alto riesgo para el conjunto de Alfaro que salía a la cancha con casi todas sus figuras, juntando de mitad de cancha hacia arriba a Zárate, Tévez, Pavon y Benedetto. Todos ellos durante el primer tiempo pudieron romper el empate transitorio sin goles en cada una de sus chances de gol, pero sus errores a la hora de definir hicieron que el grito sagrado se prolongue por un tiempo y haga crecer la tensión en la Bombonera.
Las ocasiones más claras estuvieron en los pies del «Pipa» primero, tras una falla del fondo del «bicho» quedó de cara al arco defendido por Chávez, el 9 de Boca no tuvo nunca claro que hacer a pesar de tener el arco a su merced y tras el achique del arquero envió el balón insólitamente por afuera de los tres palos en la situación sin duda más clara de la etapa inicial, minutos antes había sido la chance para «Kichan» que era habilitado de forma magistral quedando así de cara al gol, pero su mal control de pelota le hacía desperdiciar una gran chance y agigantar la figura del guardameta rival.
El equipo de Dabove mientras tanto aprovechaba los déficits de Boca y lograba contar con situaciones de gol muy claras, primero en la cabeza de su experimentado delantero Gabriel Hauche y después en el empuje de Damián Batallini rodeado por buenos jugadores como lo son los jóvenes Alexis Mc Allister y Spinelli que creaban varios problemas en la defensa de un Boca que se encontraba apático en su juego sin poder hacer más de 3 o 4 pases seguidos pero que aún en sus fallas no dejaba de tener la actitud que lo caracteriza en este último tiempo para aún en la adversidad sobrepasar los malos momentos futbolísticos.
Sin ir más lejos es que con esta receta llegó a una nueva final, atravesando duros escollos en el camino teniendo una búsqueda principal clara: fortalecerse de abajo hacia arriba, esta vez al igual que los últimos partidos del xeneize Esteban Andrada se fue con el arco en 0 estirando su racha personal, teniendo protagonismo y seguridad nuevamente a pesar de algunas fallas en sus salidas respectivas con los pies. Pero no solo el equipo boquense se apoyó en su defensa para prevalecer en el encuentro sin conceder goles sino que también lo hizo para poder ganarlo gracias a un acierto ofensivo de su central de zaga: Lisandro Lopez, quien pudo romper el partido tras un magnifico cabezazo que encontró el ex Benfica trepándose con hambre y corazón hacia el área de Argentinos como si fuera un atacante más luego de un impecable centro enviado por Mauro Zarate, en tal vez la mejor intervención que tuvo en el partido el ex Velez.
Mientras tanto el defensor habrá que mencionar que alarga su buen momento con la camiseta azul y oro a pesar de algún que otro error en el camino de su corto trayecto en el xeneize llegando a su cuarto tanto, una cifra sin duda muy buena para cualquier defensa siendo así pieza clave no sólo en su puesto sino también en su peso ofensivo para ganar en vías aéreas y darle un plus a este Boca que como equipo en cada una de sus individualidades que posee el plantel pareciera tener todo para mejorar y dar algo más de fútbol pero que a la hora de la verdad su poca asociación colectiva y sus errores de definición lo están haciendo sufrir más de la cuenta.
Dichas cuentas pendientes son las que le quedan a este Boca en este 2019 renovado, con la intención capaz de resolver dicha cuestión en el próximo mercado de pases y en el objetivo de obtener la plenitud física de sus jugadores pero que a pesar de ello apoyándose en la entrega y en el empuje lo hacen estar en una nueva final a solo un partido de poder obtener otro título más en este año. Las buenas noticias esta vez pasaron por la continuidad de el buen nivel de su capitán y número 10: Carlos Tévez, quien muestra el camino por donde tiene que ir este plantel como líder de grupo fuera y dentro de la cancha.
El apache pudo hacer pesar su experiencia en este tipo de partidos logrando conseguir muchas faltas a favor y siendo eje conductor del equipo. Asimismo las malas noticias pasaron por la expulsión directa producida de Ivan Marcone, sin mucha objeción, en una jugada brusca sobre el final del encuentro y luego en la amonestación que recibió el uruguayo: Nahitan Nandez que lo hace perderse el encuentro culmine por acumulación de tarjetas. Estos últimos dos jugadores son valuartes del equipo de «Lechuga» Alfaro y veremos en la semana que nombres pone allí para el encuentro decisivo ante el vistoso Tigre de Gorosito que se presenta en el Kempes tras haber apabullado a su rival de turno por un categórico global de 6 a 0 a favor ante Atletico Tucuman en lo que fue la otra semifinal de la Copa de la Superliga.
Los días de descanso serán claves para Boca dentro de un grupo de jugadores que viene teniendo un calendario exhaustivo pero que no abandona su idea de querer buscar hacer historia con esta camiseta, por eso su premio y su responsabilidad serán a la vuelta de la esquina, en una nueva final en Córdoba con la presencia de su amada y querida gente que seguramente colmará la provincia con la ilusión de poder conseguir un nuevo título que estire el buen momento, que mejore al funcionamiento del equipo de cara al futuro y que le dé el empuje necesario hacia lo que serán los cruces decisivos de Copa Libertadores en un año que sin duda está hecho para que este equipo cambie la página y se vuelva otra vez a llenar de gloria, con la actitud y la garra que lo caracterizó históricamente, con el aliento ensordecedor de sus hinchas donde le toque jugar y con la grandeza de su camiseta a la hora de disputar esta clase de partidos, esto si que es Boca.
22 años, periodista, un trapo que tenga estos colores.